lunes, 24 de septiembre de 2012

Objetivo cumplido

Después de la decepción que supuso la retirada en La Travesera, me marqué como objetivo intentar acabar una ultra en el segundo semestre del año y más concretamente en septiembre aprovechando las vacaciones para estar más descansado, la elección una vez desechadas otras opciones, recayó en los 105 km de la Tilenus Xtreme, especialmente por la coincidencia de horarios y de la duración estimada de la competición muy parecida a la travesía por los Picos de Europa.
El viernes 21 ya estaba retirando el dorsal en Castrocontrigo y me encontraba con Lluis el corredor xixonés que conocí en La Travesera y con el que he compartido algunos entrenos largos y también con su mujer Veronica que le acompañaba, y con los que estuve de charla hasta la hora de salida. Otro conocido con el que me encontré fue mi fisio Carlos que estaba de voluntario en la prueba y que ya empezó a animarme desde el inicio. En estos momentos un ligero cosquilleo me recorre las tripas, atrás quedan los kilometros acumulados, las sesiones de fuerza y técnica en el gimnasio y con el grupo de León Corre y a pesar de todo no sabes si seras capaz de acabar esta dura carrera, en la que se ha cebado el infortunio y la desgracia por el gravísimo incendio que ha asolado toda la comarca y que ha propiciado que se suspendan los 60 km y la BTT y modificado el recorrido de la prueba reina, haciendola según los comentarios de muchos de sus participantes  bastante más dura que ediciones anteriores.     
A las doce en punto y con un gran ambiente comienza la carrera, salgo junto a Lluis veterano de varios ultras  finalizador de cuatro Traveseras y las dos primeras Tilenus, con la intención de intentar seguir su ritmo hasta donde pueda. Comenzamos tranquilamente y en la densa noche podemos notar el olor a quemado de la masa de pinos que nos rodea, aunque apenas alcanzamos a ver sus siluetas recortadas en la oscuridad. A las dos horas en una bajada sin aparente peligro, Lluis tropieza y se va de bruces al suelo, se levanta rapidamente sin ningún rastro grave de su caida, pero al cabo de unos minutos se empieza a quedar imperceptiblemente y le pregunto que tal va, la respuesta no es alentadora tiene doloridos los isquios, gluteos y gemelos y aunque intento ralentizar la marcha para seguir juntos en la primera subida algo fuerte le pierdo definitivamente y decido continuar a mi ritmo para que el pueda gestionar el suyo tranquilamente.
La noche va transcurriendo apaciblemente y las sensaciones son buenas, me encuentro con Roberto Dieguez  de Trotamontes Cazurros con el que he coincidido en varias carreras y cruzamos unas palabras en la oscuridad, va acompañado por una pareja y deciden continuar a su ritmo mientras yo me mantengo más conservador por si aparece Lluis recuperado. Comenzamos el ascenso al Teleno a la luz de las estrellas mientras en el horizonte parpadean los frontales en movimiento de los primeros corredores y con algún despiste incluido que nos hace dar marcha atrás pero con escasa perdida de tiempo, alcanzo la cumbre del pico rey de la prueba sobre las seis de la mañana en la más completa oscuridad, para encontrarme con Jose Manuel, Nuria y Pablo Villa al calor de la hoguera y con los que charlo unos minutos, y tras su indicación de la dirección por donde debo descender ya que me encuentro completamente desorientado, me adentro en las tinieblas de la noche con destino al avituallamiento de Corporales completamente en solitario, craso error ya que después de traspasar una estaca sin comprobar concienzudamente el rastro de la senda o quizás ni existía,  me encuentro en pleno monte a través y con las luces del pueblo al frente, sigo caminando comprobando cada paso que doy a la escasa luz del frontal, tenía que haber comprado uno más potente pero se me olvidó, hasta que al cabo de unos momentos a mi derecha distingo el reflectante de una de las marcas de la carrera, que me vuelve a meter en el sendero que me llevará a la carretera y posteriormente al puesto en Corporales ya amaneciendo y donde los voluntarios tienen todo preparado para reponer fuerzas con comida caliente, caldo y líquidos varios.
Mis Raptor estan destrozadas, mucha caña llevaban desde mayo, pero gracias a Dios he tenido la precaución de dejar unas zapatillas en la mochila que la organización trajo hasta aquí, y aprovecho para cambiarlas con calcetines y pantalón corto incluidos. 
Al salir del pueblo me encuentro de nuevo con Roberto y resulta que la chica que le acompaña es Ana Bustamante la mujer de Pablo Criado con quienes compartí un entrenamiento invernal en el Fontañan acompañados como no, por Salva Calvo y Pablo Villa. Me uno a ellos durante un buen rato, comentando un poco de todo hasta que en un tramo de bajada cojo ritmo y me separo definitivamente de ellos, comenzando un largo periplo en solitario bajo un sol que comienza a dejarse notar y adelantando a algunos participantes en los que se empieza a notar el efecto del cansancio al ir andando en el llano y las bajadas, mientras yo voy regulando en las subidas y mantengo un trote ligero en los descensos.
A unos km. de Morla con un sol abrasador imponiendose paulatinamente, me encuentro con Juan Carlos Llamazares corredor de Interval, compañero de Yordas y vecino, andando cansinamente y pienso que se ha lesionado, pero al preguntarle por su estado me comenta que ha estado vomitando y con diarrea y que ha sufrido algún mareo al borde del desmayo, le indico que no gaste fuerzas y que nada más que llegue al avituallamiento, le mando a alguien a buscarle. Salgo al trote dando todo lo que puedo para darme cuenta al momento que se me han agotado todos los líquidos que llevo, el miedo a la deshidratación y los calambres a los que soy muy propenso, me hace bajar la intensidad para llegar a Moral sobre las tres de la tarde, con la suerte que esta la guardia civil en el avituallamiento, junto con Pablo Villa que conoce a Juan Carlos y salen rapidamente en su busca. Mientras tanto el esfuerzo me ha dejado sin fuerzas y el calor y la falta de liquido se ha cebado en mi organismo, como, bebo y me meto debajo de la fuente para bajar mi temperatura corporal, pero las piernas todavía me tiemblan un poco, Carlos, el fisio que esta de voluntario en este puesto me recomienda que mantenga la calma, que la subida que queda es muy dura y que la haga con mucha cabeza. Sigo sus consejos y salgo al ralentí mientras me van pasando varios corredores a los que había superado anteriormente, reprimo los impulsos de seguirles y continuo tranquilamente, aprovechando para tomar tubo de L-Carnitina, consejo de Salva para los momentos jodidos y que ya había probado anteriormente en un entreno con él. Poco a poco voy recuperando las fuerzas, aunque sigo manteniendo la calma ya que el objetivo prioritario es acabar la carrera, hasta que al llegar el descenso comienzo a trotar cada vez con más ritmo, alcanzando a varios corredores que me habían sobrepasado hace unos momentos y que solo tienen fuerzas para ir caminando, hasta llegar a la zona quemada, que impresiona por su desolador aspecto. El calor abrasador y las particulas de ceniza en suspensión te envuelven de una manera opresiva y hasta parece que tengas dificultades para respirar correctamente, por lo que por precaución bajo el ritmo y por momentos me pongo a caminar hasta avistar Castrocontrigo y cuatro participantes que me preceden en la distancia. Me impongo el último esfuerzo y comienzo a correr para adelantarles al cabo de unos instantes y aunque alguno hace ademán de seguirme, estoy desatado y pongo un ritmo frenético, no me duele nada y voy en volandas, hasta que veo que nadie me sigue y aprovecho para echar la última meada y todavía me da tiempo a confundirme al entrar en la carretera general me voy hacia la salida del pueblo, hasta que me doy cuenta de mi error para darme la vuelta y llegar a meta en unas impresionantes 17 horas y 26 minutos, que ni en mis mejores predicciones lo hubiera supuesto ya que mi objetivo era llegar a ser posible entre 18 y 20 horas.
Y llega la hora de las críticas, intentando como siempre que sean constructivas y sabiendo que en esta edición han concurrido unas circunstancias que han multiplicado por diez las dificultades de conseguir una organización medianamente decente, que se ha trastocado todo el programa de las diferentes pruebas, lo que ha conllevado a una deslucida entrega de trofeos, con la ausencia de varios ganadores, algo que no se merecía el esfuerzo de la organización y del pueblo que acogía esta prueba ya legendaria en la comarca. Pero si que he echado en falta algo más de información por parte de la organización sobre lo que nos podiamos encontrar, algo sobre lo que me había advertido un compañero de León Corre, minero retirado y experto en seguridad, sobre la cantidad de polvo y particulas de ceniza y que nos ibamos a tragar durante el transcurso de la carrera y que a él le hizo renunciar a correrla, algo comprensible por su exprofesión, aunque con casi toda seguridad el organismo eliminaría en un día o dos, cosa que he comprobado por mi mismo en las narices y la saliva, cualquier rastro de ellas. No hubiera estado mal que desde la organización se hubiera advertido de este inconveniente sobre todo para evitar sustos y sorpresas.      
No obstante quiero seguir dando animos a Santi y toda la organización que está detrás para que continuen con esta fantástica carrera  y que incluso la puedan mejorar para que siga siendo un referente de esta comarca asolada por un flagrante e intencionado incendio.      
Estas son algunas de las fotos que sacó Veronica
                    


Con Lluis antes de recoger los dorsales 


Pasando el control de chip


En la llegada a meta se pueden apreciar las huellas de esta dura carrra


El descanso del guerrero


Con Lluis en su llegada a meta

Y para finalizar os voy a poner un tema de Iron Buterfly, los creadores de la mítica canción In-a-gadda-da-vida, que ocupaba toda una cara del LP y su única canción conocida, a pesar de ser reconocidos como los reyes de la música psicodelica. Este es un video, raro, raro, con una actuación atípica y un público completamente alucinante, como el paisaje que ha quedado después del incendio en Castrocontrigo.         

Iron Butterfly - Iron Butterfly Theme por DwightFrye

2 comentarios:

Rubén Álvarez dijo...

Muy grande maestro, pero que muy grande lo que has hecho.

Cada día tengo más claro que lo de la Travesera fue un mero accidente. Muy probablemente hubieras acabado, pero la prudencia y la experiencia te invitaron a abandonar para evitar males mayores, en cualquier caso el año que viene la acabas fijo.

En cuanto a la Tilenus, sencillamente impresionante. Te sobrepusiste a correr de noche, superaste la barrera de los 100 km por primera vez y en apenas 17 horas y encima te permites acabar los 3 últimos km a 4:30 min/km.

Ahora si eres el verdadero YETI.

Nos vemos corriendo,

Un saludo

A de la Mata. dijo...

Javi, te has portado como un titán. Ahora toca mantener ese nivel y en el 13 la travesera sera pan comido. Animo a tope. Un saludo. A de la Mata