martes, 19 de junio de 2012

No pudo ser

Al final el gran objetivo del año,el mayor reto al que me había enfrentado en mi vida deportiva, la madre de todas las carreras, posiblemente el ultra más duro del país como dice Salva Calvo, La Travesera de Picos de Europa, resultó un hueso demasiado duro de roer para mí.
La decepción ha sido grande, pensé que con mi conocimiento de Picos y el entrenamiento que llevaba, un poco justo sobre el terreno debido a las circunstancias del tiempo, pero suficiente por la carga de trabajo, iba a ser bastante para acabar la carrera, pero aquí la experiencia es un grado que te puede marcar la diferencia entre llegar o quedarte.
El primer síntoma negativo, lo empecé a comprobar a la hora de carrera, cuando veía que no podía seguir el ritmo del corredor que me precedía, algo que empezó a ser preocupante cuando era uno detrás de otro y que achaco a la ansiedad y tensión de correr de noche y no ver claramente el perfil de la senda, metiendome en todos los charcos y barrizales posibles. Entonces me vinieron a la mente los entrenamientos nocturnos que tenía que haber hecho y no hice. En el comienzo de la subida a Vegarredonda me alcanzó Pablo, al que no pude seguir y continué perdiendo posiciones hasta la subida de La Fragua, donde me alcanzó el grupo de leoneses comandado por Ramón, que me invitó amablemente a unirme a ellos y entre los que me encontré más arropado, mejorando la visibilidad por la gran cantidad de luz de la suma de todas las frontales, pude seguir su ritmo hasta la entrada al Jou Santo donde la llegada de los neveros y del aire frio hizo disolverse la unidad del grupo.
No obstante la llegada al Boquete y las primeras tiras de claridad, comenzaron a reanimarme y durante el descenso donde me encontré con Miguel e Hilario que me habían pasado durante la noche sin darme cuenta y de nuevo con Ramón, empecé a desechar las serias intenciones de retirarme en Caín que me habían asaltado durante toda la infernal noche. Entraba en Caín a las siete de la mañana y después de una dura pugna con la mochila para poder acoplar la bolsa del camelback al tubo, conseguía salir a las siete y veinte con un espiritu renovado para afrontar la impresionante canal de Dobresengos, donde muchos corredores entierran sus ilusiones de poder acabar la prueba. Yo por el contrario me encuentro mejor, alcanzo un poco más arriba de la fuente a Miguel e Hilario que habían salido de Caín un poco antes y al cabo de un rato se van quedando, yo continuo alcanzando corredores con los que departes unos momentos, mientras cruzamos los inmensos jous de Picos que nos vamos encontrando en nuestro camino, por mi parte voy cada vez con un ritmo más vivo e incluso trotando durante muchos momentos.
Alcanzo el refugio del Urriellu a las once y media, junto con Roberto Dieguez que decide retirarse junto con Ramón que ya se encontraba allí, a los pocos momentos aparecen Hilario y Miguel que tambien optan por el abandono. Durante unos instantes las dudas se ciernen sobre mí, el apoyo moral que te da la proximidad de la gente que conoces y la posibilidad de continuar en soledad cruza mi mente durante unos segundos, pero me siento fuerte y decido continuar para enfrentarme a la terrible subida a la Collada Bonita y el interminable descenso por la Canal de las Moñetas que conozco perfectamente.
Afronto con decisión la subida por la canal de La Celada, hasta entrar en la técnica pared del Jou Tras el Picu, que te da acceso a la subida final de la Collada Bonita y donde dos chicas están pasando algún pequeño apuro, que solventan sin ningún contratiempo. En la collada nos encontramos con un numeroso grupo que esta atascado en la bajada, por lo que decido agarrarme a la cuerda y deslizarme a toda velocidad, demasiada para mi gusto por lo que tengo que girarme y poner cara a la pared con lo que me empapo toda la parte de los cuadriceps, algo que pensandolo friamente al finalizar la carrera pudo ser decisivo en el devenir de la misma. Cuando acaba la cuerda continuan los neveros y me lanzo en un desenfrenado descenso a través de los mismos.
En esos momentos me siento muy fuerte y seguro de poder acabar la carrera si llego con tiempo suficiente antes del cierre de control en las Vegas de Sotres. Al cabo de un rato se acaba la nieve y me encuentro con el pedregal poco definido y donde tienes que ir buscando las banderas cosa que va retrasando mi ritmo y además voy trotando en la más absoluta soledad, solamente empañada cuando me encuentro con alguno de los voluntarios que jalonan el recorrido. El descenso se empieza ha hacer interminable y los cuadriceps empiezan a cobrarse su tributo inexorablemente. Cuando llego a la parte fácil, intento ponerme a trotar pero el dolor es inaguantable y decido seguir caminando. Con las Vegas de Sotres a la vista, es un decir porque la niebla se ha apoderado de todo el entorno y la linea de cumbres del Valdominguero esta completamente cerrada, por lo que empiezo a evaluar la situación mientras me van pasando un rosario de corredores a los que había dejado al principio de la canal y aunque muscularmente no tengo problemas para hacer la subida del Jidiellu, solo pensar en los veintidos km. de bajada que quedan hasta la meta, hacen que la cabeza se imponga al corazón y entregue el dorsal nada más llegar al avituallamiento, no vaya a ser que me arrepienta si espero un poco, son las dos y cuarto y tenía mucho tiempo hasta el cierre del control.
Conclusión esta carrera es preciosa y muy dura, cualquier error que cometas puede ser decisivo para finalizarla y yo cometí varios que no se si fueron decisivos pero que ahi estan, menospreciar la noche, mojar los cuadriceps, sentirme demasiado fuerte y apretar demasiado cuando no tenía necesidad y quizás no apurar más estirando antes de retirarme para ver si podía conseguir recuperar la musculatura. Pero tambíen pienso que la posiblidad de lesión si continuo era muy grande y la carrera va a estar ahi el año que viene para poder volver a intentarlo con más ganas y mejor preparación si se puede.
Estas son algunas fotos que he ido recopilando de la organización por aquí y por allí


La multitudinaria salida a la luz de las forntales


El grupo de Ramón que me acogió en la subida a La Fragua 


Pablo llegado a Vegas de Sotres, con esfuerzo consiguió finalizar


En el amargo momento de la retirada


Juan Carlos del Yordas en el descenso hacia Arenas, finalizando en su debut


El Gran Capitan de León Corre, disparado hacia la meta para pulverizar su mmp

Y para finalizar os voy a dejar a un grupo de culto, famoso en España casi por una única canción cuya duración en la versión original superior a los veinte minutos, toda la cara de un LP, hace que no sea muy difundida por las cadenas de radio. Esta es una versión corta con el solo de bateria de uno de los lideres del grupo, Pete Rivera. Ellos son Rare Earth con el impresionante tema Get Ready (Estas preparado). Porque hay que estar muy preparado para afrontar esta maravillosa carrera.     

Rare earth-get ready por thesnike

martes, 12 de junio de 2012

Entreno en La Jerrera

El sabado nos fuimos Cañi y yo hasta Caín con la intención de hacer el último entrenamiento serio antes de afrontar La Travesera. La idea era subir por la canal de La Jerrera hasta el Joon de Oliseda para atravesr la collada Llambredas y descender por la canal de Mesones de nuevo a Caín. 
Pero en Picos una cosa es la idea y otra la cruda realidad, comenzamos a caminar a las diez y cuarto de la mañana con un día tranquilo, aunque nublado estaba perfecto para darse algo de caña. Con un ritmo relajado nos plantamos rapidamente en los sedos de Oliseda, dejamos a nuestra derecha la majada del mismo nombre, para encaminarnos directamente a la boca del Joon. Un nevero nos cerraba el paso en un estrecho canalón y nos vimos obligados a ponernos los minicrampones para asegurar el paso y después de una fuerte subida por terreno salvaje, nos encontramos ante la impresionante y espeluznante visión del Joon de Oliseda, cubierto de nieve, dominado por sus míticas cumbres, Peña Blanca y La Robliza a la izquierda, La Verdilluenga al frente y La Torre de la Celada y el Cuvicente a la derecha, con un aspecto francamente amenazador y una espesa niebla entrando desde la collada  Llambredas por el canalón cubierto de nieve que teniamos que ascender. Un ligero escalofrio me recorrió la médula espinal, sobre todo porque nunca había pasado por esa zona, mientras le gritaba a Cañi que iba a evaluar la situación, me lanzaba por el nevero del primer Jou  para ver si conseguía divisar toda la subida hasta la collada. Inútil intento e incluso traspasando los límites de seguridad ya que a los diez minutos comenzaba a chispear agua-nieve y bajaba bruscamente la temperatura, algo que me hizo dar la vuelta a toda pastilla y comenzar el descenso bajo una lluvia pertinaz que nos hizo refugiarnos durante unos momentos en un saliente de la pared. 
Sin parar mucho tiempo, apremié a Cañi a salir de allí ya que quería llegar cuanto antes para enfrentarnos a algo que no me gustaba nada en absoluto, descender los Sedos de Oliseda con el terreno completamente humedo, ya había muerto gente aquí en estas circunstancias, algo que no le comenté a mi compañero, sobre todo porque le veía con ganas y no era cuestión de asustarlo. 
Comenzamos con pies de plomo a bajar por los escalones colgados en el potente vacío que se abría ante nuestros ojos, agarrandonos a todo lo que se podia uno agarrar, hasta llegar al último paso de equilibrio donde una panza te saca al aire y tienes que estirar la pierna en un agónico espagat, hasta encontrar la roca donde tienes que posar el pie. Una vez superadas estas pequeñas dificultades, respiramos aliviados y mucho más relajados. a pesar de que todavía tuvimos tiempo de perder el sendero y tardar unos minutos en recuperarlo, bajamos por la Zamburria hasta llegar a Caín a tiempo de comer una fabada y unos garbanzos con callos que nos supieron a gloria bendita.   
Al final nos salió una tirada de seis horas a ritmo suave, no sé si haríamos 15 km que en estos terrenos no es que sea poco pero tampoco es para tirar cohetes, aunque disfrutamos a pesar las circunstancias que es lo más importante.
Estas fotos son del móvil de Cañi, sacadas cuando todavía hacia bueno, después ya no hubo tiempo ni ganas.


Buscando la entrada a la canal, ya no me acordaba


Sigo buscando, al final di con ella.


Cañi posando en un pintoresco puente de nieve, le invité a pasar por encima pero amablemente me dijo que pasara yo.


En el mismo sitio y lo del chubasquero no es lluvia, como podeis ver algo de caña si que nos dimos

  
Vista de la canal de Dobresengos y el verde prado de la canal de Arzón en el macizo Central

Y para finalizar como siempre esta vez os voy a dejar algo que para mí es como la canal de La Jerrera, un clásico. Jhon Lennon con su tema Imagine. 

John Lennon - Imagine por Discodandan

martes, 5 de junio de 2012

Aquilianos 2012

El año pasado no pude debutar en la prueba A de esta legendaria carrera provincial, la de más abolengo a pesar de no ser competitiva, algo que se nota mucho en el perfil de la mayoria de los participantes y este año aunque en principio pensaba en hacer la B, al final empujado por el grupo de León Corre me decidí a afrontar la larga, como preparación para La Travesera, aunque con algo de miedo ya que nunca había afrontado esta distancia y pensando que solo me quedaban quince días para recuperar.
Esta vez el personal de León Corre estuvo muy dispersado, unos fueron el día anterior y otros de madrugada, yo opté por ir a dormir a Ponferrada con los integrantes de Cumbres de León, Ruben y Cañi, que iban a hacer la corta.
Después de una buena cena de pasta y de dormir poco por el bullicio nocturno de la noche ponferradina, a las cinco en pie y a las seis menos cuarto en la cafeteria del hotel me encuentro con mis compañeros que van a dejar las bolsas al coche, yo voy a dejar la mochila en la furgo de Ferradillo y al final me enteraría que para variar llegaron tarde y salieron con cinco minutos de retraso sobre el último participante, algo que se va repitiendo carrera tras carrera y empieza a ser preocupante.
Sobre la organización como siempre ejemplar en el trato al corredor popular y aquí si que se hace honor a este nombre, los avituallamientos de cine, no los he visto mejores ni de cerca en las carreras que he participado, la señalización perfecta y los voluntarios trabajando como negros para que los corredores lo tengan todo a punto cuando llegan, el único pero que le puedo poner es que su radicalización con la no competitividad les hace poner en su pagina web los resultados por orden alfabético algo que me parece exagerado, aunque después lo puedas consultar en la pagina que cronometra la prueba, pero entiendo que es su política.
En cuanto a la carrera destacar que hubo un extraterrestre que batió el record de la prueba y dejó a más de media hora al segundo y eso a pesar de no ser competitiva.
En relación a mi carrera decir que comencé solo y al poco tiempo junto con Fernando Truchero que iba para la corta, nos acoplamos al grupo de León Corre, Balbino, Javi Arienza, Bernardo, Juan y Ruben y fuimos en pelotón hasta Santiago de Peñalba, donde al comenzar la subida a la Silla de la Yegua se empezaron a producir diferencias significativas por el diferente ritmo de subida de cada uno. En la cumbre que coroné a continuación de Balbino y Juan, paramos un rato para avituallarnos y estos se decidieron a esperar al resto, mientras yo que me estaba quedando frio decidí continuar la marcha tranquilamente. En el cresteo hacia Laquiana entró una potente niebla que me hizo apretar el paso para intentar encontrar compañia, ya que hubo un momento que no veía a nadie ni por delante ni por detrás, hasta que enlacé con Dalmacio y Alberto que tambien preparan la Travesera y continuamos juntos hasta Ferradillo. En este punto me cambio de ropa, repongo fuerzas y me lanzo a la bajada hacia Ponferrada, con muy buenas sensaciones a pesar de los km. que llevo, hasta finalizar en 9 h 24 m, un tiempo que ni por asomo pensaba y sin haber forzado más de la cuenta y lo mejor de todo, con una recuperación muy buena. Esperemos que sea un buen augurio para la Travesera.
Aquí os dejo unas fotos subidas por la organización y de León Corre



Grupo de León Corre casi al completo yo todavía estaba en el hotel
    

Aquí ya había llegado, justo para salir en la foto


Ruben y Cañi de Cumbres de León


Chicas de León Corre haciendo tranquilamente la corta


Otro grupo de León Corre, no se les ve nada estresados


Isabel Galan triunfando en Aquilianos


Grupo de León Corre para la larga estos con más cara de sufrimiento


Miguel otro Travesero sufriendo como un perro


A Santi de Yordas le cae alguna gota de sudor

Y para finalizar como siempre os quiero dejar una canción mítica, interpretada por una cantante tambien mítica, como esta carrera. El tema es Proud Mary y lo canta Tina Turner, una verdadera Pantera Negra sobre el escenario, con su marido Ike.  

Tina Turner • Proud Mary • 1970 por gippo