lunes, 24 de marzo de 2008

Vallecanal

Desde Caín por el sedo Mabro entramos en la canal de Dobresengos, el dia es bueno y rapidamente llegamos a la fuente del Torno para seguir hasta el Canalón de Dobresengos y aqui ya empezamos con los problemas, Corin se confunde y entra por una trocha casi imperceptible, me doy cuenta que no es el sedo pero como parece que es practicable seguimos subiendo, hasta que nos encontramos con un paso sobre el vacio con mucha hierba y decidimos destrepar hasta el canalón. Este esfuerzo me deja secuelas y empiezo a tardar en recuperame, me cuesta seguir el ritmo de Corin y Ramon no da señales de vida, debe estar muy arriba esperandonos. Empiezo a regular el ritmo y al poco tiempo encuentro a Ramón y Corin esperandome donde comienza la senda que atraviesa la canal de Dobresengos hasta llegar a la traviesa del Setu Vieyu. Pasamos por la cueva del mismo nombre y aunque el sendero desciende, nosotros acortamos por unas pandas de hierba y varias trepadas por llambrias hasta enlazar con Vallecanal, el calor empieza a apretar y las fuerzas van menguando, cada poco me quedo rezagado pero mantengo el ritmo, Corin y Ramon se hechan para la derecha, yo sigo recto y tengo que trepar por unas llambrias solamente por adherencia cosa que me vuelve a dejar sin fuerzas pero por lo menos he llegado a la altura de mis compañeros. Estamos en la pared y no encontramos nada parecido a un canalón , por una vira llegamos a un paré en la pared y Ramón sigue investigando si existe algún paso, pero los pequeños tapines de hierba por donde se mete me indican que eso no puede ser un antiguo paso de pastores por lo que Corin y yo nos quedamos esperandole, hasta que al poco rato aparece confirmando que no hay posibilidad de seguir subiendo. Decidimos descender un poco para seguir buscando el dichoso canalón, desde arriba hemos visto una raja en la pared con buena pinta y hacia ella nos dirijimos. Efectivamente allí esta un paso con senda y aunque hay que trepar, los agarres son perfectos y se ve que mucha gente ha pasado por este lugar. En poco tiempo llegamos a la Parada Bajera desde donde tenemos una panoramica esplendida y después de un breve descanso que me sienta muy bien, aunque no consigo recuperar las fuerzas del todo. El calor es muy fuerte y a pesar de que la bajada por Cuesta Duja es facil me sigue costando seguir el ritmo de Corin. Ramón mientras tanto va a inspeccionar la bajada por Las Mojosas y nos hace señales para que vayamos hacia allí, pero no me encuentro con fuerzas para acometer esa bajada que todo el mundo dice que es complicada y puede llegar a ser peligrosa, sobre todo si no se conoce. Le hago una seña con el dedo corazón y le digo que por aquí se va a Madrid y que baje el solo si le apetece, mientras nosotros nos dirigimos al bosque para descansar a la sombra ya que el calor se ha hecho insoportable. Apenas nos queda agua y Corin empieza a dar sintomas de cansancio, y yo ya he acabado con más de tres litros de agua y dos piezas de fruta. Al cabo de un buen rato iniciamos el descenso hacia el Collain del Descanso donde nos esta esperando Ramón. Nos dice que hay cuarenta grados y decidimos bajar por el Cuebre para aprovechar la sombra. Al llegar a la canal de Ria aprovechamos la sombra que hay al lado del Pasadizo de la Riega para tomarnos otro descanso. Son más de las cuatro de la tarde y las fuerzas se me escapan por momentos, no me quedan más que unas gotas de agua y Corin me da una pieza de fruta para intentar recuperame. Después de más de media hora de descanso empezamos a caminar, pero tengo que regular mucho y parar cada poco. Ramón quiere subir por Horcado Turonero para encontrar la fuente de Cueva Negra, pero no me encuentro con fuerzas para subir tanto y le digo que voy a continuar hasta la horcada de Ventaniella, Corin muy cansada tambien viene conmigo. Cuando ya estamos en Ventaniella vemos a Ramón que viene hacia nosotros y nos alcanza rapidamente. Nos dice que era mucha subida y que decidió volver con nosotros. Comenzamos el descenso por la canal de la Raiz para encontrar el Sedo Inabio pero no me acuerdo exactamente por donde se entra y le digo a Ramón que investigue una canal para ver si hay un paso claro. El esfuerzo de bajar por el pedrero de La Raiz me ha dejado extenuado y espero que me queden fuerzas para subir el sedo Inabio, Ramón dice que ve paso y entramos en la canal pero a los pocos metros tengo que empezar a trepar por la hierba y me paro para poder respirar, se me esta acelerando el pulso y creo que no voy a poder aguantar más, le llamo de todo a Ramón pero este ya debe estar al final de la canal y no me oye, me desahogo con Corin que va un poco por encima de mi, y llega otra trepada que paso a duras penas pero ya no puedo más, entonces veo una sombra al lado de la peña, me agarro a unas raices y me acurruco como puedo para descansar. Le digo a Corin que llame a Ramón pero ella tambien esta muy cansada y se queda sentada un poco por encima de mi. Necesito agua para poder moverme, pero por lo menos estoy a la sombra y no muevo ni un musculo, hasta que aparece Ramón a preguntarnos que nos pasa. Le llamamos de todo y le preguntamos por el agua, pero nos dice que ha visto la fuente pero no ha llegado a ella, por lo que le volvemos a llamar de todo y le mandamos que vaya corriendo a traernos agua, que estamos en las últimas. Ramón se marcha y me relajo para hacer el menor esfuerzo posible, pero tengo miedo de dormirme, no me vaya a caer pues estoy agarrado a unas raices y he dejado la mochila colgada de un saliente de roca. Al cabo de un rato que a mi se me hace eterno llega Ramón con el agua, se la da a Corin para que beba y antes de decirle que me la baje con una cinta, deja caer la botella que da un salto antes de llegar a mi mano y veo como cae hacia abajo, pero increiblemente se detiene a unos pocos metros. Como Ramón tiene un destrepe complicado, me decido a bajar esos metros que no son dificiles desde mi posición y consigo llegar al preciado liquido que entra en mi cuerpo como una descarga de energia. Entre tanto Ramón ha conseguido bajar a mi posición y le pongo a parir con las pocas fuerzas que me quedan, le pregunto donde cojones esta el paso escalonado y tallado que se supone que es el sedo Inabio, pero lo que me responde es que el me dijo que habia paso. Como ya no tiene arreglo les digo que vayan hasta la fuente que yo voy a ir a mi paso intentando recuperar fuerzas, ellos se marchan y yo poco a poco comienzo a trepar por las pandas de hierba hasta alcanzar una cueva con armadura que me indica que estoy saliendo de la canal y hasta encuentro una senda que me lleva a la fuente de Cueva Negra. Me bebo dos litros de un tirón y parece que recupero fuerzas, Ramón me baja la mochila mientras yo decido bajar al puente Vieya a mi paso. Bajo a un paso tranquilo sin hacer esfuerzos pero un mal paso me produce un tirón y tengo que tumbarme para darme masajes ya que me queda la pierna agarrotada, me empiezo a preocupar pero siento que me recupero y comienzo a caminar con mucho cuidado. Al llegar a la zona donde la senda atraviesa un pedrero aunque voy con mucho cuidado, resbalo y me tengo que dejar ir para evitar forzar la pierna y solo se queda en un amago de tirón, vuelvo a descansar y darme masajes pero ahora me recupero rapidamente y continuo caminando. Por fin tengo el Cares a tiro de piedra, esto me reconforta y en unos minutos estoy cruzando el puente Vieya. Les digo a Ramón y Corin que me voy a dar un baño mientras ellos suben hacia la senda, entro en el agua poco a poco y siento como el frio extremo del Cares me reconforta y baja la temperatura de mi cuerpo de una manera brutal. Aguanto todo lo que puedo y al salir siento que mi cuerpo ha recuperado casi toda su vitalidad, me visto, cargo con la mochila y comienzo la subida hacia la senda del Cares casi en plena forma. Voy calentando en la subida a la senda y al entrar en ella aumento el ritmo y veo con agrado que el cuerpo me responde, son ya las nueve de la noche y todavia hace un calor sofocante, según me voy acercando a Caín empiezo a encontrarme con la gente y veo escenas impresionantes, caras desencajadas y coloradas, gente bebiendo el agua que resbala por el canal con la cara pegada al mismo y tumbados en el suelo, después me enteraría que habian rescatado a cuatro personas deshidratadas, en definitiva que habia sido un dia alucinante y fuera de lo normal en cuanto al calor y me consolaba pensando que por lo menos yo estaba a unos minutos de Caín y que Ramón el cabrón que me habia metido en el marrón me estaba esperando con la cena encargada.

No hay comentarios: