Este domingo nos juntamos Ramón, Roberto, Amador, Fernando, Rafa y yo, con los chicos de Villaseca de Laciana, Cangas, Carbonero y Dolmar para efectuar una de nuestras tìpicas rutas de investigación, esas de las que sabemos cuando empezamos a caminar pero nunca sabemos cuando vamos a terminar.
Salimos desde Caín con la intención de entrar por el Sedo de La Vara que Ramón y Amador conocen y yo tengo alguna idea de por donde queda. Ramón que anda con la caraja desde que se dedica a escalar se lleva a parte del grupo hacia Caín de Arriba por el sedo, mientras que yo convenzo al resto para ir por Las Boas que vamos más directos, al final encontramos sin problemas la entrada al sedo, que esta bastante abierta pero con las hierbas muy altas y humedas que nos dejan empapados completamente, como era previsible tenemos que esperar al resto del grupo durante un buen rato y ya todos juntos comenzamos la ruta, una vez traspasado el sedo que esta equipado con un cable no demasiado bien colocado pero que sirve para quitar el miedo aunque se puede prescindir de él, y cuando creiamos que habiamos pasado lo peor, el paisaje se vuelve agreste y salvaje, la senda desfigurada y a veces inexistente colgada sobre el vacio con el agravante de la humedad que nos hace extremar las precauciones a cada paso, impresionantes murallas petreas se abren ante nosotros y en brusco giro hacia la izquierda de la trocha entramos en un circo con un inmenso nevero que bordeamos para salir por la única abertura posible, aunque aquí tuvimos un pequeño despiste de unos metros que nos hizo colocar un cordino para traspasar una pared de hierba y barrillo que resbalaba demasiado para nuestra seguridad. Seguimos avanzando devolando colladas sin nombre y caminando por laderas que parecen imposibles hasta que te metes en ellas, esto parece ser La Ganzaba y con una orientación SO salimos justo encima de la majada de Oliseda situada en la canal de La Jerrera, donde paramos un momento a beber agua en su fuente confeccionada según he leido con el cañón recortado de una escopeta. Continuamos nuestro camino con la intención de encontrar la pasada de La Roble y de La Parda para llegar a la canal de Mesones, ascendemos unos metros y seguimos una trocha que nos va llevando en continua subida a través de unos pasos alucinantes y aereos muy por encima del Monte Pino, cosa que nos empieza a escamar, pero como seguimos viendo rastros de senda seguimos avanzando y subiendo pues los continuos cortados nos cierran el paso hacia Mesones que tenemos a la vista, hasta que en un momento dado y cuando estamos a punto de darnos por vencidos divisamos al fondo de una canal pedregosa y que parece practicable una senda que lleva directamente a la majada de Mesones, sin pensarlo demasiado nos lanzamos por la canal que como suele pasar es más peligros de lo que parece a simple vista pero al final conseguimos descender hasta la vira que nos enlaza con la senda donde nos estan esperando Ramón y Amador que más listos habían vuelto sobre nuestros pasos hasta encontrar la trocha que bajaba rodeando por nuestra izquierda hasta cruzar la canal por la que bajabamos. Ya por terreno más tranquilo con el camino más marcado llegamos a la canal de Mesones jitada con los banderines de La Travesera y que bajamos corriendo para soltar las piernas de la tensión acumulada. Después de nueve horas de brega y encontrarnos con un cainejo en Caín de Arriba que explicandole por donde habiamos pasado nos comentó que estuvimos por la pasada de Peña Blanca, que era muy mal terreno y que hacía años que la gente no pasaba por allí, llegamos a Caín de Abajo para tomarnos unas merecidas cervezas.
Aqui os dejo el album de fotos de la rutaSalimos desde Caín con la intención de entrar por el Sedo de La Vara que Ramón y Amador conocen y yo tengo alguna idea de por donde queda. Ramón que anda con la caraja desde que se dedica a escalar se lleva a parte del grupo hacia Caín de Arriba por el sedo, mientras que yo convenzo al resto para ir por Las Boas que vamos más directos, al final encontramos sin problemas la entrada al sedo, que esta bastante abierta pero con las hierbas muy altas y humedas que nos dejan empapados completamente, como era previsible tenemos que esperar al resto del grupo durante un buen rato y ya todos juntos comenzamos la ruta, una vez traspasado el sedo que esta equipado con un cable no demasiado bien colocado pero que sirve para quitar el miedo aunque se puede prescindir de él, y cuando creiamos que habiamos pasado lo peor, el paisaje se vuelve agreste y salvaje, la senda desfigurada y a veces inexistente colgada sobre el vacio con el agravante de la humedad que nos hace extremar las precauciones a cada paso, impresionantes murallas petreas se abren ante nosotros y en brusco giro hacia la izquierda de la trocha entramos en un circo con un inmenso nevero que bordeamos para salir por la única abertura posible, aunque aquí tuvimos un pequeño despiste de unos metros que nos hizo colocar un cordino para traspasar una pared de hierba y barrillo que resbalaba demasiado para nuestra seguridad. Seguimos avanzando devolando colladas sin nombre y caminando por laderas que parecen imposibles hasta que te metes en ellas, esto parece ser La Ganzaba y con una orientación SO salimos justo encima de la majada de Oliseda situada en la canal de La Jerrera, donde paramos un momento a beber agua en su fuente confeccionada según he leido con el cañón recortado de una escopeta. Continuamos nuestro camino con la intención de encontrar la pasada de La Roble y de La Parda para llegar a la canal de Mesones, ascendemos unos metros y seguimos una trocha que nos va llevando en continua subida a través de unos pasos alucinantes y aereos muy por encima del Monte Pino, cosa que nos empieza a escamar, pero como seguimos viendo rastros de senda seguimos avanzando y subiendo pues los continuos cortados nos cierran el paso hacia Mesones que tenemos a la vista, hasta que en un momento dado y cuando estamos a punto de darnos por vencidos divisamos al fondo de una canal pedregosa y que parece practicable una senda que lleva directamente a la majada de Mesones, sin pensarlo demasiado nos lanzamos por la canal que como suele pasar es más peligros de lo que parece a simple vista pero al final conseguimos descender hasta la vira que nos enlaza con la senda donde nos estan esperando Ramón y Amador que más listos habían vuelto sobre nuestros pasos hasta encontrar la trocha que bajaba rodeando por nuestra izquierda hasta cruzar la canal por la que bajabamos. Ya por terreno más tranquilo con el camino más marcado llegamos a la canal de Mesones jitada con los banderines de La Travesera y que bajamos corriendo para soltar las piernas de la tensión acumulada. Después de nueve horas de brega y encontrarnos con un cainejo en Caín de Arriba que explicandole por donde habiamos pasado nos comentó que estuvimos por la pasada de Peña Blanca, que era muy mal terreno y que hacía años que la gente no pasaba por allí, llegamos a Caín de Abajo para tomarnos unas merecidas cervezas.
Como colofón a esta ruta os dejo un pata negra, la mítica canción de Led Zeppelin titulada Starway to Heaven, una de mis favoritas y esta vez no tengo palabras para describirla
Para los que les encanta esta canción os dejo este video del genial Jimmy Page con su famosa guitarra de doble asta, versionando el solo de guitarra en el que hasta Mano Lenta (Eric Claptón) se acojona al oirlo.
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