miércoles, 25 de marzo de 2015

IV Carrera Puerta de Muniellos

No sé si es por el clima, las fechas, el poco entrenamiento o todo junto a la vez, pero cada vez que voy a Asturias, con una expectativas más o menos decentes, el fiasco es de órdago. Esta vez me fui a conocer la zona de las Fuentes del Narcea, concretamente a Moal, un pueblecito a las puertas del Parque Nacional de Muniellos y donde se celebraba como no podía ser de otra manera la IV Carrera Puertas de Muniellos, una prueba de 30 km que como el gps no funciona muy bien por esas zonas, in situ se marcaron 32 puntos kilometricos y unos pocos metros más hasta la meta, algo que pudo sorprender a los que no acudieron a la charla informativa.
Tengo que comentar que la organización de la prueba me recordó mucho a la de mi querida Villalfeide Polvoreda o el mismo Alto Sil, un pueblo volcado completamente en la carrera y en la atención de los corredores, en un entorno orográfico no muy propicio para estas aglomeraciones, desenvuelven perfectamente el tema del tráfico, duchas, vestuarios portátiles y carpa gigantesca para la comida, entrega de trofeos y sorteo de premios entre los participantes, en el cual me vi agraciado con una camiseta compresiva marca Land, un final con suerte para una carrera poco afortunada, asi mismo la señalización y los avituallamientos perfectos, con lo que la nota que se puede poner es muy alta, algo que los corredores, por lo menos yo, agradecemos y espero que la mayoría de las pruebas sigan estos ejemplos, por el bien de las carreras de montaña.
El sábado llegaba para instalarme en un apartamento en Oballo, un pueblo a dos km de Moal pero que queda en lo alto de la montaña y con unas calles de estas típicas de hormigón rayado y con desniveles del 25%, solo puedo decir que la carrera pasaba por delante de mi alojamiento y los corredores comentaban que era el tramo más duro de todo el recorrido. 
Recogí el dorsal, vi el final de la carrera de 9 km y me fue a la charla informativa para acabar de pasar la tarde, cena en el apartamento después de tomar unas cervezas en la tasca de la organización y pronta para la cama.
Se despierta el día con la clásica niebla meona, pero además un frío helador, que me hace permanecer en el coche sin calentar, para evitar mojarme y quedarme congelado, como me quedé en el trayecto desde el mismo coche hasta el arco de meta, menos más que el café que nos daba la organización allí mismo en la salida me hizo entrar en calor.  
Me encuentro con Manu y Ferni justo en el momento de la cuenta atras, el primero se va hacia las primeras posiciones y Ferni se queda conmigo un poco para atrás para comenzar con tranquilidad, en los últimos entrenos me he encontrado algo mejor y he conseguido subir una vez al Fontañan y dos al Cueto San Mateo, por lo que me encuentro con confianza a la espera de que el piramidal no me dé mucha guerra y confio en acabar sobre las cuatro horas, aunque el tiempo frio y lluvioso no es de mi agrado.  


En la primera subida después de Oballo, con fuerza

La parte nueva, el cresteo añadido este año


 Cruzando un pequeño rio

En un momento acaba la cuenta atrás y comenzamos a trotar pausadamente en una suave cuesta arriba, para volver rapidamente y atravesar todo el pueblo de Moal por su calle principal en un recorrido de dos km que sirve para estirar el pelotón antes de comenzar la dura subida a Oballo.
He comenzado conservador, no me encuentro atascado y el piramidal no me da guerra, así que consigo imprimir un ritmo que me coloca más o menos en el medio de la carrera, paso por delante de la casa rural donde me alojo con paso firme y me dirijo con buenas sensaciones hasta la primera linea de cumbres que se ve al fondo hacia el cielo, donde iniciamos un cresteo rodeados por la niebla y que es la parte nueva, incorporada este año a la carrera, unos cuatro km. más y que desemboca en el segundo avituallamiento pasado el km 10 y donde comenzamos el descenso hacia el valle, donde empiezan los contratiempos con una caida sin consecuencias a priori. Me levanto algo dolorido pero continuo, aunque me esta empezando a costar recuperar el ritmo que llevaba y aunque las piernas las tengo heladas, sobre todo porque llevo las mallas completamente mojadas, el chubasquero me empieza a molestar, ya que ha salido un tímido sol que caldea el ambiente y decido quitarmelo. Entro en la segunda subida de la jornada y las piernas empiezan a crujir suavemente pero todavia consigo mantener una buena marcha de ascenso hasta que toca una corta bajada para comenzar la dura ascensión final a la cima más dura de la prueba y aquí inconscientemente me lanzo a tumba abierta, hasta que unos brutales calambres en los dos abductores me paralizan completamente y tengo que detenerme a estirar, a duras penas consigo reanudar la marcha hasta enfrentarme con la pared que finaliza en la cumbre desde la cual el gaitero nos ameniza con sus estridentes notas, un verdadero suplicio hasta llegar a la cima, que parece que se aleja cada vez más, en consonancia con el esfuerzo que me cuesta poner un pie delante del otro, hasta que al final lo consigo y poco a poco y muy despacio comienzo a trotar soltando toda la musculatura agarrotada, y así van transcurriendo los últimos km con más pena que gloria, viendo pasar a corredores sin capacidad para seguirles a pesar que su candencia no es demasiado fuerte. Al llegar a Moal nos queda la última subida que rodea ligeramente el pueblo y que casi agradezco ya que no es demasiado fuerte y me deja recuperar y hasta troto algo para soltar, hasta que llego al descenso y aquí ya me tengo que dejar ir y volver a verme superado por más corredores que bajan a un trote exagerado para mis maltratados musculos.


El chubasquero empieza a estorbar


Ya empiezan los problemas musculares


Sigo con los problemas pero consigo soltar un poco


En la parte final de la carrera con visibles muestras de agarrotamiento

Al final consigo entrar en meta en 4 h 27 m en el puesto 268º de la general y el 12º de mi categoria muy lejos del podio, que en algún momento pensé que podía estar cerca, pero nada más alejado de la realidad, incluso estando en perfectas condiciones hubiera estado lejos de él, mucho nivel en esta categoría hay en Asturias.
En la entrega de trofeos conocí en persona a Alfonso Cano del facebook de Cumbres, muy contento por el carrerón que había hecho y que recogía el trofeo de Salva Calvo, al que no pude saludar, al igual que Marcelino Redondo, ya se habían ido los dos.
Y para finalizar vuelvo a la vieja costumbre de poner algo de música de mi epoca, hoy vamos a dejar un gran tema del Rock Medieval de Jethro Tull, Aqualung.  

Jethro Tull - Aqualung (Live) por meygisan


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